El Flaco de Oro presenta. Veracruz, comida mestiza con personalidad
Veracruz, rinconcito donde hacen su nido las olas del mar y una de las entidades con mayor tradición culinaria. Cada región con su toque especial, la gastronomía jarocha es el resultado de la fusión de los ingredientes prehispánicos con condimentos traídos por españoles en la época de la conquista. El maíz, frijol y chile es el ménage a trois que da un valor excepcional a la cocina veracruzana, para acompañar en distintos guisos una gran variedad fresca de pescado y mariscos.
Si de antojitos andamos, el camino lo marcan las diferentes variedades de tamales; del más tradicional a otros más exóticos en donde los ingredientes hacen que parezca más un libro de biología que uno de cocina. Las sabrosísimas hormigas chicatanas son una crujiente prueba de ello.
Yéndonos más hacia el norte, cerca de Martínez de la Torre, te sorprenderá la influencia de la comida francesa arraigada por años en el poblado de San Rafael, y hacia el sur, en Catemaco, donde puedes disfrutar de mojarras fritas hasta carne de mono, entre otras delicias.
En la Huasteca acostumbran los huatapes de camarón, especie de sopa espesada con masa, el pazkal de gallina y ajonjolí, los bocoles, el palmito en escabeche, la torta de hueva, el ajicomino de pollo y, por lo que respecta a postres, mencionemos los chapines de plátano
Saborear exquisitos mariscos y el pescado frito en el puerto de Boca del Río o en Alvarado es una experiencia exquisita; camarones, jaibas rellenas, ostiones, pulpos, caracoles… Delicias para disfrutar bajo la luna de plata y con alma de pirata.
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